El tutor

Ya lo he mencionado antes: el profesor tiene múltiples funciones, y una de ellas es la de tutor. Como también he dicho antes, un tutor es un mediador entre alumnos, alguien que resuelve asuntos pedagógicos relacionados con la institución a la que pertenece, y hace las veces de punto intermedio entre alumnos, otros profesores y familia.

¿Pero qué cualidades debe tener un buen tutor? ¿Qué rasgos le hacen desempeñar su labor de una forma óptima? Pues eso mismo nos preguntó el profesor en una encuesta y, por grupos, debatimos las cualidades que nuestro tutor ideal tendría que tener. El resultado de la votación se puede ver en la siguiente imagen.

Como podemos ver, las características que más se repiten son motivador, empático, comprensivo, asertivo, sabio, implicado... Es decir, se valoran las capacidades relacionadas con la mediación, cooperación y la inteligencia emocional.

Dentro del aula se pueden encontrar, y se encontrarán, diferentes tipos de conflictos, distintas formas de penar y múltiples sensibilidades, y es el tutor el que debe resolverlos de la mejor manera posible. Se entienden así los resultados de la encuesta. Además, no sólo tiene que saber resolver esos conflictos sino transmitir esas competencias a sus alumnos. Eso es que el tutor se convierte en un modelo a seguir y del que aprender, lo que explica también la aparición de rasgos como íntegro o inspirador.

Pues a la vista de estos resultados queda una pregunta que dejo a mis lectores:

¿Cómo o de qué maneras puede un profesor aprender o mejorar todas estas competencias